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REVIEW: “HYPERDRAMA” - JUSTICE
Desde que Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, el dúo maestro detrás de Justice, comenzaron a lanzar su música, han estado atrapados en un juego de sombras: Daft Punk. Es como si cada vez que presentan algo nuevo, el espectro de Daft Punk se materializara, y las comparaciones fueran inevitables. Aunque no es del todo justo, es lo que sucede cuando ambos comparten la nacionalidad francesa, crean música electrónica y se sumergen profundamente en el estudio.
Ahora, después de ocho años sin un álbum, Justice regresa con "Hyperdrama". En este nuevo trabajo, se percibe su intento de volver a sus raíces, con canciones que destellan esa energía cruda y esos ritmos impredecibles que los catapultaron a la fama. "Generator" es un buen ejemplo, aunque la magia que despierta no perdura demasiado.
El álbum "Hyperdrama" comienza con "Neverender", una colaboración con Kevin Parker de Tame Impala. La canción tiene su encanto, con un bajo que te hace mover y una melodía que te atrapa. Sin embargo, a pesar del acierto de la voz de Parker, la canción no termina de despegar. Es como si prometiera llevarte a un viaje emocionante y, al final, te dejara girando en círculos en el mismo lugar.
El disco tiene sus altibajos. Por un lado, temas como "Dear Alan", "Incognito" y “Mannequin Love” te incitan a bailar, pero luego llegan canciones como "Afterimage"y "One Night/All Night", que parecen perderse en un sueño sin mucha emoción. "Moonlight Rendez-Vous" intenta ser un interludio interesante, pero termina sintiéndose fuera de lugar.
Luego está "Explorer", una colaboración con Conan Mockasin, que se convierte en una mezcla extraña y casi incómoda de sonidos. La narración al final no ayuda mucho, y la canción termina de manera abrupta, como si se hubieran rendido.
Pero no todo está perdido. "Muscle Memory" es una de las joyas que sobreviven, con una mezcla de percusiones y una atmósfera que casi te hace sentir flotando en el espacio. "Harpy Dream" también tiene su momento, aunque es breve. Después de eso, el álbum pierde fuerza y culmina con "Saturnine" y "The End", que, en mi opinión, no logran elevar mucho el ánimo.
En resumen, "Hyperdrama" es un viaje lleno de altibajos, momentos brillantes y otros que se desvanecen en la penumbra. Como cualquier obra de arte, está abierto a interpretaciones y emociones personales. Cuéntanos ¿a ti que te pareció?
